Búscame cuando llegues, cuando llegues
quiero saber de ti,
pues la distancia es nuestra enemiga,
vacío en nuestro sentir.
No quiero tenerte lejos, ven, vuelve,
quédate cerca de mí.
Que yo sin ti soy sólo recuerdo,
y veo y siento y respiro
una vida que no quiero vivir.
Búscame cuando llegues, cuando llegues
yo estaré aquí.
Esperando tus ojos, tus oídos, tu boca,
una vida junto a mí.
Déjame estar a tu lado así, sin más.
Disfrutar tu aroma, escuchar tu respiración,
sentir tu piel junto a la mía.
Calor, amor, familia.
No te muevas, tiempo. Detente.
Si la felicidad existe es por momentos
como éste.
Calor, amor, familia.
Tu respiración. Y la mía.
No me quieres.
Me lo dices una, dos,
tres veces.
No me quieres.
Y aún así a tu puerta vuelvo,
día tras día,
a pedirte vuelo.
Te conozco poco, mucho
y tu vanidad, engreída, desprecio
pero a tu lado vivo, siento y muero.
Y esta noche, eres lo único que quiero.
Tardes de sol sin nubes,
tardes de puro asueto.
Horas que pasan lento,
dramas que viven lejos.
Olvida, respira
la vida tranquila.
El corazón sigue el paso,
el cerebro no hace caso.
Al cabo a nadie molesta , a nadie intimida
la vida tranquila.
Olvida, respira.